00:30 de la noche: mientras unos disfrutábamos otros seguían trabajando en la azotea de al lado… Hay que ser muy cabrón para que esa situación no te dé un poco de lástima. India: país mundial de las desigualdades.
Hacía mucho tiempo que no acudía a una de esas fiestas que se organizan en los roof top (azotea) y ayer era el turno para una celebrada en el edificio de los becarios, en medio de la marchosa Hauz Kash Village.
Nos congregamos un elegante número de españoles y el Barcardi Breezer de sabores fue mi compañero de viaje. A las doce en punto de la noche Yago fue sorprendido con una tarta con velas y un pequeño obsequio, cumplir años en Delhi es más fácil si estas con tu gente, de eso no hay duda. Felicidades de nuevo Yago.
Un proyector en la pared estaba todo el rato emitiendo videoclips de Youtube y la música fue parte de una fiesta que se terminó cuando sin previo aviso varios policías uniformados subieron por las escaleras del edificio y se presentaron en la azotea con cara de pocos amigos y ordenando que se apagase la música inmediatamente. Era comprensible porque eran ya las dos de la madrugada y probablemente hubiese varios vecinos disgustados.
Terminamos la fiesta en casa de los becarios y viendo por el rabillo del ojo el partido Granada – Real Madrid en el que los de Mourinho hacían el ridículo.
La semana que viene tenemos ya otra fiesta preparada con el cumpleaños de Eva. “Que el ritmo no pare no pare no!! Que el ritmo no pare!!”
InDieQuito
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