Pijao y Cinco Cacao (día 11)

Nos hemos despertado y hoy hemos podido contemplar que hemos dormido en medio de la piscifactoría, cosa de la que no nos dimos cuenta anoche cuando llegamos en plena noche. Es un hotel glamping pero todavía más auténtico. Su precio es muy asequible y su localización, a las puertas del valle del Cocora, inmejorable.

El día de hoy en nuestro programa inicial estaba reservado para el trekking del Cocora pero hemos tenido que cambiar de planes por la pauta de vacunación. La ciudad en la que hay dosis es Armenia, que queda de camino a Pijao, un pintoresco pueblo que nos ha gusto mucho más que Salento ya que no está tan masificado ni te topas con tanto turista. En consecuencia, no hay tiendas de souvenirs ni nada similar, sino los establecimientos típicos de la sierra colombiana y alguna tienda de Café. Compramos un café de La floresta muy aromático.

Después de comer en un mirador, hemos ido en coche hasta la finca Cinco cacao en donde hemos experimentado una de las mejores vivencias del viaje, solo por detrás del cumpleaños de Alejandra y de la boda de Ale y Tony.

En Cinco Cacao los dueños te agasajan en una suerte de visita privada en la que recorres el huerto y el patio trasero de la villa, en la que puedes probar limones, maracuyás, hierbas con sabor a cebolla, y puedes tocar los granos de cacao. La sabiduría y la amabilidad de estas personas se culmina con una experiencia única cocinando tu propia tableta de chocolate.

Nuestra casita en el hotel Pie de monte

Sin duda alguna es una parada obligada para todo aquel que visita el eje cafetero. Ahora hemos ido a nuestro nuevo hotel, Pie de Monte, en donde descansaremos bien porque mañana toca caminar por el Valle del Cocora.

DieQuito

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