Las 19:00 no son horas en absoluto de comenzar una excursión y mucho menos son horas de salir de Zaragoza rumbo al destino. Sin embargo, la situación era así de forma inevitable y a esa hora estaba en la puerta del trabajo de Marcos esperándole con el «Endeavour» para enfilar hacia Formigal.
El plan era llegar hasta la pista de ski aragonesa, aparcar el coche y subir andando hasta los ibones de Anayet. Llevábamos 19 y 18 kilos en la mochila respectivamente, así que cuando nos pusimos a andar, a las 21:00 horas, calculamos llegar a la llanura a los pies de Anayet dos horas más tarde. Sin embargo, y a pesar de que no pudimos evitar el tramo de asfalto (2 kms), impusimos un ritmo tan infernal que llegamos a los ibones 1 hora y 20 minutos después, justo cuando una tenue luz crepuscular resaltaba la impresionante silueta del antiguo volcán.
Allí decidimos instalar nuestra tienda de campaña y comenzamos a derretir nieve para poder comer un arroz caliente antes de meternos en el saco. El silencio sepulcral solo se veía interrumpido por el siseo del campigaz y el frío fue poco a poco adueñándose del lugar. Era especial estar allí, en lo que hace millones de años, en la era jurásica, era una caldera de magma y azufre que expulsó miles de toneladas de piedra derretida por el intenso calor y la presión.
Sobre las 00:30 decidimos cerrar la cremallera e intentar dormir, algo que siempre es difícil encima de un suelo duro y dentro de un pequeño saco. Nos despertamos varias veces y alrededor de las 5 de la mañana incluso refrescaba dentro de la tienda. Como recompensa, con los primero rayos del alba, tuvimos unas espléndidas imágenes que nos pusieron en marcha.
Tras dejar la tienda desmontada, tal y como marcan las normas forestales, cogimos lo imprescindible (comida, agua, arneses, cascos, gatos, magneseras, cuerdas, express, mosquetones, reversos) y nos dirigimos hacia los pies del Anayet, a unos 20 minutos de nuestro «campamento base». Desde abajo, la pared, que se divide en 11 largos por la vía de los Balcones, impone. Vertical, y larga… se antoja interminable. A las 7:45 nos pusimos a escalar por fin, aunque ya en el primer intento Marcos se equivocó de ruta y tuvo que destrepar unos 10 metros… empezamos con muy mal pie.
Os dejo aquí unas imágenes de los largos. Marcos hizo 6 como primero, entre ellos el de V+ y yo hice 5 como primero, uno de V-.
Es la tercera vez que subo Anayet, y cada vez ha sido distinto. Con Alberto Bescós en 2012 desde Canfranc por Canal Roya y la ruta normal, con Nacho Benito en 2016 desde Formigal por la ruta normal y ahora con Marcos Saqués por la vía de los Balcones. Una montaña preciosa que siempre garantiza espectáculo aunque lo de este fin de semana se antoja difícil de superar.
Os dejo con una imágenes de la cima y la bajada. Este era el último entrenamiento antes del Gran Paradiso y también sirve sin lugar a dudas para el Cervino, que cada vez está más cerca.
DieQuito
Cima Bournemouth 2004, Robiñera 2015, Mont Blanc 2016, Balaitús 2017….
Bajando por la ruta normal. No cramps needed
Felicidad
Este fue el timing
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