En Nueva Delhi hay mucha pobreza. La mendicidad en todos y cada uno de los semáforos de la ciudad habla por sí sola. Las zonas de chabolas, las personas durmiendo en la calle, niños vendiendo todo tipo de cosas son ejemplos de la vida en la capital de la India.
Sin embargo, también hay espacio para la gente rica y como India es un país de contrastes, los ricos de Delhi, aunque son pocos, tienen una enorme capacidad adquisitiva.
Al contrario de lo que pudiese parecer, la gente de dinero tiene también su espacio para disfrutar. Saket Mall es un centro comercial de alto standing, las tiendas de marca de Connaught Place van dirigidas a ellos y a los turistas, hoteles como Le Meridien, Leela o Taj Palace con sus restaurantes, discotecas y piscinas cumplen sus expectativas y por supuesto, no puedo olvidarme de mencionar el asunto de los coches.
Ferrari tiene un concesionario oficial en Nueva Delhi (en la imagen) y desde que estoy en India he visto más Rolls Royce que en toda mi vida anterior. Y eso a pesar de que los vehículos de importación tienen un sobrecargo de impuestos desmesurado del 60%.
Como guinda final hay que hablar del Club de Golf de Nueva Delhi, punto de encuentro de las grandes fortunas de la ciudad. Lo más sorprendente de este complejo es que si quieres apuntarte deberás atenerte a una lista de espera que se extiende hasta el 2034. ¡¡22 años de lista de espera!! Esta empresa sí que tiene un futuro asegurado.
InDieQuito
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