Europabrucke y trote hasta Zermatt (día 3)

Nuestros apartamentos

 

Después del primer día de transición, en el que apenas éramos personas tras habernos pasado 15 horas en el coche la noche previa, hoy era la primera jornada en la que empezábamos a disfrutar del viaje y a aclimatar.

Lo primero que hemos hecho ha sido comprar comida en el supermercado de Täsch, que destaca por unos precios desorbitados. Las pizzas estilo Tarradellas cuestan 6 euros y un paquete de pechugas de pollo envasadas al vacío son más de 12 euros. Menos mal que ya traíamos la mayor parte de comida de España, así que el daño ha sido menor. También hemos cambiado euros a francos y ya nos hemos preparado para la primera excursión del viaje, al Europabrucke.

El Europabrucke o Europaweg es el puente colgante más largo del mundo. Para llegar a él hay que ascender unos 700 metros de desnivel desde Randa, un pueblo que hay muy cerca de Täsch. En menos de dos horas estás en este puente no apto para personas con vértigo ya que tiene el suelo de rejilla y se mueve de lo lindo. Estás a 2200 metros de altitud, a unos 90 metros del suelo en el punto central y fue inaugurado hace menos de un mes, así que hemos sido unos afortunados por haber disfrutado ya de esta maravilla de la ingeniería.

Hemos comido unos bocadillos en plena pradera de montaña cerca de una cabaña que recordaba a Heidi y luego hemos bajado al apartamento a relajarnos en la piscina climatizada.

Después, hemos preparado las cuerdas de escalada, marcándolas para rapelar y estirándolas porque estaban muy rizadas.

Antes del atardecer, sobre las 7 de la tarde, Marcos y yo hemos salido a correr rumbo a Zermatt, que está unos 250 metros más arriba y a unos 7 kms de distancia. En 3 cuartos de hora estábamos contemplando el Cervino por fin, ya que desde Täsch no se ve la preciosa montaña. Hemos llevado un buen ritmo, y sin duda ha sido un excelente entrenamiento de aclimatación porque estás corriendo a 1500 metros de altitud.

Primera visión del Cervino, a un par de kms de Zermatt

El Cervino en toda su gloria

Zermatt es una pasada. Si Täsch me ha parecido un pueblo tranquilo, Zermatt es una auténtica capital en la montaña. Hoteles de lujo, tiendas de Moncler, Bogner, Hublot, Napapijri, Chopard… Consumismo al alcance del trekker pudiente… no es nuestro caso. Hay un McDonald´s, pero los McMenus cuestan 15 euritos… También hay restaurantes, pubs… ambientazo total. La lástima son los precios claro…

Menos mal que Alejandro hoy a preparado un CousCous que estaba delicioso que ha calmado nuestra hambruna sin necesidad de tener que ir a restaurantes con precios disparatados. Ahora ya es hora de dormir que mañana tenemos una vía ferrata por delante y un trekking hasta unos ibones. Se prevé día completito también.

DieQuito

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